Nuestra experiencia con Stagecast

Stagecast: estrellas.

Nuestra experiencia con este simulador fue algo gracioso, además de tener sus obstáculos, principalmente por el idioma y las ideas preconcebidas que tenemos para con los simuladores.
De pronto al ver una pantalla blanca con un barra de tareas en la parte inferior, vino a nuestra mente la expresión ¿y ahora? Así que iniciamos a apretar los iconos de las herramientas ahí presentes para ver qué pasaba. Lo que se consiguió fue crear más confusión, pues no teníamos ni idea de qué hacer mucho menos cómo hacerlo, así que nos dimos a la tarea de buscar un tutorial que ejemplificara como desarrollar el procedimiento, y efectivamente se localizo, aun a pesar del idioma la secuencia mostrada es muy buena así que repetimos los pasos y después de 10 intentos, bingo.

Después de esto comprendimos que los simuladores apelan a dos cosas principales; la primera, al mundo de las ideas y la imaginación, la segunda es a tener un buen plan estratégico además de una idea muy, pero muy clara de lo que se quiere obtener como producto terminado, de lo contrario se puede caer en la confusión que detonará en frustración y pronto perder el interés. Así que crear situaciones simuladas en la imaginación creemos es relativamente fácil cuando hay un motivo, pero pasarlo al plano de lo material mediante un software eso es otra cosa se necesita mucho tiempo y un buen entrenamiento para no morir en el intento.